Verónica Guerrero Mothelet
Introduccion.
En
este tema abordaremos diferentes argumentos y razones de las diferencia entre
cada individuo delante del consumo de drogas el porque, cuando y donde afecta
mas a unos individuos que a otros teniendo bases científicas y diferentes
vivencias de personas desde un ámbito global pero a las independiente de cada
forma de adicción.
Hasta
hace unas décadas la drogadicción se consideraba un problema moral y de falta
de voluntad. Hoy se reconoce como una enfermedad y se sabe cómo tratarla.Hoy
éstas se definen como una enfermedad crónica caracterizada por la búsqueda y el
uso compulsivo de una sustancia a pesar de saber los daños que ocasiona. Al
igual que otras enfermedades como la diabetes, la adicción se puede tratar, y
aunque no se consiga una cura definitiva, el tratamiento incrementa la calidad
y la duración de la vida.
Desarrollo
Cuando
la ciencia comenzó a estudiar la conducta adictiva en la década de 1930 se
pensaba que las personas adictas a las drogas y al alcohol tenían una moralidad
deficiente y carecían de fuerza de voluntad. Así, en lugar de diseñar acciones preventivas
y terapéuticas, se optaba por el castigo y se etiquetaba negativamente a los
adictos. A raíz de importantes descubrimientos que empezaron en la última
década del siglo pasado, se ha ido transformando nuestra comprensión de las
adicciones y la imagen del adicto. La doctora María Elena Medina Mora Icaza,
narra lo que propició este cambio de visión. La investigadora mexicana-estadounidense
Nora Volkow, observó en imágenes cerebrales la influencia de las drogas sobre
diversas zonas del cerebro y encontró la causa física de la dependencia de
sustancias como la cocaína y los opioides. La adicción se considera hoy una
enfermedad del cerebro porque las drogas modifican la química, la estructura y
el funcionamiento de ese órgano.
Enfermedad crónica
El
cerebro empieza a adaptarse a la sustancia y aparecen los primeros signos de
dependencia. He aquí algunos signos que sugieren adicción: consumir la droga de
manera regular, imposibilidad de dejarla, gastar en droga más de lo que se
tiene, extralimitarse para obtener droga (incluso robar) y sentir que se
necesita la droga para funcionar cotidianamente.
Al
ingresar en el cerebro las drogas obstaculizan su sistema de comunicación e
interfieren en el proceso normal de intercambio de información neuronal.
Recordemos que las células nerviosas se comunican por medio de sustancias
químicas llamadas neurotransmisores que llevan mensajes entre ellas. Una
neurona libera el neurotransmisor, que cruza un espacio interneuronal, conocido
como sinapsis, y se adhiere a un receptor (una proteína) en otra neurona.
Neurotransmisor y receptor embonan como una llave en una cerradura.La
estructura química de drogas como la mariguana y la heroína es tan similar a la
de un neurotransmisor natural, que los receptores las aceptan como si fueran el
neurotransmisor..
Biología y ambiente
Como
todo lo que influye en nuestra salud física y mental, la propensión a las
adicciones proviene de varios factores biológicos y ambientales. "Los
factores genéticos más o menos explican 40 o 60% del riesgo total. El resto son
factores ambientales, sociales, culturales, dietéticos. Todo tipo de factores
que no entran en el biológico", señala Baler y agrega que no existen
personas sin riesgo genético absoluto. "No se trata de uno o cuatro genes
que sean malos".
Tenemos miles de genes. A fin de cuentas, el que se manifieste el
comportamiento adictivo dependerá tanto de lo genético como del entorno. Así,
incluso si un individuo tuviera genes que propician el comportamiento adictivo,
si en su entorno no se usan drogas o si su comunidad de compañeros y amigos no
las consume, será muy improbable que el individuo desarrolle adicción
simplemente porque hay una interacción positiva y robusta entre la parte
biológica y la parte ambiental.
.
Dependencia física
Para
que se desarrolle una adicción importa igual lo adictiva que sea la droga, su
disponibilidad y lo aceptable que la considere la sociedad. La directora del
INPRF señala que el riesgo se puede medir en un laboratorio con modelos
animales
La adolescencia
El
problema principal es que en esa etapa de desarrollo el cerebro es mucho más
vulnerable. "La adolescencia es una época en la que se están desarrollando
todas las conexiones y exponer el cerebro a las drogas a esa edad tiene consecuencias
mucho más dañinas", indica la especialista. Los daños que causa la
mariguana en el cerebro pueden ser reversibles en las personas que la empiezan
a consumir en la edad adulta, pero no hay evidencia de que lo sean cuando el
abuso comienza en la adolescencia. Las investigaciones sugieren que en este
caso las consecuencias duran mucho más. "Al reunir a todas las personas
que han estado expuestas una o más veces al uso de sustancias, controlando
todas las demás variables, hemos encontrado que quienes desarrollan dependencia
generalmente comenzaron a usar drogas dos años antes que aquellos que no la
desarrollaron. Y aunque el punto de corte son los 17 años, para el caso de la
mariguana tenemos el riesgo incrementado hasta los 26 años". Esto significa,
según la especialista, que los adolescentes no deben ni beber, ni fumar, ni
usar otras drogas "y que tenemos que trabajar con todas las políticas
públicas que nos ayuden a protegerlos".
Problemas mentales y vulnerabilidad
La
doctora Medina Mora ilustra con el caso de un niño con problemas de ansiedad;
por ejemplo, las fobias que surgen más o menos a los siete años. Si este niño
llega a la edad adulta sin encontrarse con las drogas o con el alcohol,
probablemente ya para entonces podrá resolver su problema. No obstante, si en
su adolescencia prueba el alcohol y descubre que éste reduce la ansiedad,
confundirá ese efecto con la solución de sus problemas y será mayor el riesgo
de que desarrolle dependencia. Ya adulto seguirá teniendo el problema de la
ansiedad y además una adicción. Es importante identificar lo más pronto posible
a la gente que padece enfermedades psiquiátricas o, en general, que es más
vulnerable a caer en adicciones.
Consecuencias conductuales, familiares y sociales
Este
trastorno afecta varios circuitos cerebrales. "No solamente el circuito
que calcula la recompensa", dice Rubén Baler, "sino también los
relacionados con el aprendizaje, con la memoria, con el control de emociones,
con la toma de decisiones; son varios circuitos. Todos interactúan entre sí y
muestran una disfunción en el adicto". Asimismo, dependiendo de la
sustancia y del tiempo que se haya empleado, los efectos sobre la salud pueden
ir de enfermedades cardiovasculares, enfisema o cáncer, al desarrollo de
trastornos mentales irreversibles.
Conclusion.
Existen
diversas razones por las cuales el cerebro humano puede volverse adicto a
diversas drogas, ya que este órgano se encuentra sensible a estimulos y
reacciona a ellos de diversas maneras, en la actualidad debe tomarse la
adicciona cualquier sustancia como un tratamiento medico en el cual se le de al
paciente la oportunidad de recuperar y reorganizar los estimulos y educarlo, la
sociedad debe ser el estado de adicción de una manera mas humana teniendo en
cuenta que las drogas funcionan a niveles organicos. Las drogas son sustancias
químicas que afectan el cerebro al penetrar en su sistema de comunicación e
interferir con la manera en que las neuronas normalmente envían, reciben y
procesan la información. Algunas drogas, como la marihuana y la heroína, pueden
activar las neuronas porque su estructura química imita la de un
neurotransmisor natural. Esta similitud en la estructura “engaña” a los
receptores y permite que las drogas se adhieran a las neuronas y las activen.
Aunque estas drogas imitan a las sustancias químicas propias del cerebro, no
activan las neuronas de la misma manera que lo hace un neurotransmisor natural,
y conducen a mensajes anómalos que se transmiten a través de la red.
Reflexion
Este tema es actual, con gran impacto en la
sociedad modera que lastima y desintegra a la sociedad y familias que integra, también
tiene impacto en áreas como la educación, empleo y seguridad, el tener
conocimiento que cual es el punto del problema y su desarrollo podemos tomarlo
de una manera mas proactiva ayudando a las personas que se encuentran con este
tipo de adicción y ayudar en su mejoramiento y readartarlos a la sociedad
viendo desde un punto de vista medico y social.
El conocimiento diario de este punto donde se da a
entender que no es solo un problemática de ser adicto por gusto o juego si no
como una adicción a nivel cerebro sobre el cuerpo y comportamiento, teniendo
como base investigaciones medicas, revistas e incluso documentales de este
tema.
Biografia.
Verónica Guerrero, periodista y
divulgadora de la ciencia, colabora en ¿Cómo ves? y otras áreas de la Dirección General de
Divulgación de la Ciencia, y como corresponsal ocasional para la revista Nature Biotechnology.